Desde 1927 con "Zanje no yaiba" -ignoro si se conserva alguna copia y si ha sido remasterizada- Comienza yasujiro ozu su gran carrera de realizador cinematográfico, en un época crucial para el cine japones donde también despuntarían realizadores de gran calibre creativo como Kenji Mizoguchi, Kajiro Yamamoto, Kinugasa, Mikio Naruse y otros muchos más que tengo que omitir por que mi recuerdo se queda estancado. Apartir de 1930 aproximadamente se advierte en la cinematografía japonesa una gran evolución en la imagen derivando del realismo social por un lado y de la necesidad de mostrar a la sociedad japonesa un cine real. Se ha mencionado este periodo como "neorealismo japonés", mucho anterior al italiano; pero ceñirse a esto no es tan importante como lo es llegar a captar el porqué de ese, no movimiento, sino forma de expresión; y no sólo en el cine sino en las demás artes especificas como la pintura y la literatura. A este periodo de realismo pertenece "umarete wa mita keredo", un film mudo con una imagen impecable; mudo porque japón tardó más que occidente en usar el sonido. Tratar el sonido en los comienzos junto con la imagen era muy laborioso además de ser algo -no nuevo para el cine pues desde hacia tiempo había medios de registrar el sonido- que todavía no había sido desarrollado a plenitud y con conciencia. En Rusia, en Europa y en America reaccionaron contra el sonido pero poco a poco fue llegando a tomar importancia y ello es debido a que se empezó a considerar un proceso ajeno a la imagen en movimiento, que no podía subtituirla -a la imagen- porque era algo completamente distinto que tenía sus mismas acondicionantes creativas o digamoslo de otro modo: sus fases o sus reglas. Eisenstein, poudovkin y muchos compositores trabajaron a partir de esa separación que en la práctica tanto imagen como sonido, si es que eran bien equilibrados, alcanzarían una simbiosis extremadamente sugestiva; "Acorazado Potemkim" de Eisenstein es prueba de ello e "Iván el terrible" -También de Eisenstein- llega a tal punto que es toda una obra maestra de como trabajar el sonido con consciencia y responsabilidad.
Fotograma de Iván el terrible de Eisenstein
Umarete wa mita keredo de Ozu es crucial porque en este film Ozu lo echa todo para afuera, es decir, que desarrolla su personal forma de concebir el cine, y lo expresa admirablemente. Visionarlo es estomáticamente percibir lo que a lo largo de 30 años Ozu desarrollaría en su creación cinematográfica.
En Ozu la imagen es bella, equilibrada, suave y al mismo tiempo -aunque fueran planos fijos- fluida. Los comienzos de sus films yo los entiendo como si alguien te agarrara del cuello de la camisa y te jalara lentamente hacia un lugar insospechado: la propia conciencia.
Normalmente los films de ozu transcurren en interiores, sus tramas son sencillas tomadas de la vida cotidiana de una familia. No hay héroes; debajo de esa superficie que va por un camino distinto del cine europeo de la época, es donde el contenido subyace intacto porque es original. No se necesita de conocimientos cinematográficos para captar lo que Ozu quiere mostrar.
Únicamente se necesita la sencillez, el estar abiertos; pero ello es algo que es un problema para mucha gente que tiene un concepto del arte confuso. Hay que confiar en el artista y no infravalorarle, recibir lo que te ofrece con buena gana; no es difícil el estar abiertos sino el llegar a comprender el qué no nos deja estarlos.
En fin, podréis conseguirla en la red usando emule o lphant porque a diferencia de otros filmes hoy desaparecidos de Ozu este si se encuentra.
Hasta pronto.
Fotograma de Iván el terrible de Eisenstein
Umarete wa mita keredo de Ozu es crucial porque en este film Ozu lo echa todo para afuera, es decir, que desarrolla su personal forma de concebir el cine, y lo expresa admirablemente. Visionarlo es estomáticamente percibir lo que a lo largo de 30 años Ozu desarrollaría en su creación cinematográfica.
En Ozu la imagen es bella, equilibrada, suave y al mismo tiempo -aunque fueran planos fijos- fluida. Los comienzos de sus films yo los entiendo como si alguien te agarrara del cuello de la camisa y te jalara lentamente hacia un lugar insospechado: la propia conciencia.
Normalmente los films de ozu transcurren en interiores, sus tramas son sencillas tomadas de la vida cotidiana de una familia. No hay héroes; debajo de esa superficie que va por un camino distinto del cine europeo de la época, es donde el contenido subyace intacto porque es original. No se necesita de conocimientos cinematográficos para captar lo que Ozu quiere mostrar.
Únicamente se necesita la sencillez, el estar abiertos; pero ello es algo que es un problema para mucha gente que tiene un concepto del arte confuso. Hay que confiar en el artista y no infravalorarle, recibir lo que te ofrece con buena gana; no es difícil el estar abiertos sino el llegar a comprender el qué no nos deja estarlos.
En fin, podréis conseguirla en la red usando emule o lphant porque a diferencia de otros filmes hoy desaparecidos de Ozu este si se encuentra.
Hasta pronto.
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